Cuando uno piensa en carnaval tu mente viaja de inmediato a sitios como Brasil: El Sambodromo, las comparsas, las carrozas, la música, la fiesta, los disfraces, el trópico, el calorcito, el ron… Lo cierto es que el carnaval es mucho más que fiesta y disfraces, su origen es europeo, mucho más antiguo, hablamos incluso de tradiciones con cientos de años, que se concentraron en unos días de fiestas desenfrenadas, no menos coloridas y musicales.
Curiosamente el “Entroido” o carnaval es una de las fiestas más coloridas y tradicionales de Galicia, solía ocupar la semana antes del inicio de la cuaresma y sus días más espléndidos eran los propios del carnaval tradicional, pero ahora, no es de extrañar que la fiesta comience mucho antes, hay pueblos en los que comienza a mediados de enero y que culminan un mes después.
Esta fiesta tan peculiar varía según la población donde se celebra y está declarada de interés turístico en la región, hay registros del siglo XVIII e incluso más antiguos, pero durante los años del franquismo sufrió algunos cambios y se vio amenazada al olvido, sobre todo en las grandes ciudades donde la celebración estaba enfocada a bailes y fiestas con disfraces, comparsas y desfiles. Pero en el campo y en ciudades más rurales, lejos de tanto control, si conservaron las antiguas tradiciones, los trajes, los bailes y los rituales propios de la fiesta, recientemente se está trabajando para recuperar su originalidad y trasladarla nuevamente a las ciudades.
En Ourense esta lo que conocemos como el triangulo del Entroido, que es la zona donde están los pueblos de Laza, Verín y Xinzo de Limia, pero existen otros sitios que también celebran con la misma intensidad y colorido como Cobres, Felos de Maceda, Xerais do Ulla, Andolla, Viana do Bolo y Manzaneda.
Lo más tradicional son las Máscaras, que son tan diversas y hermosas como los pueblos que las ostentan. La finalidad de estas es ocultar el rostro del que la viste y asustar las malas energías, los demonios y todo aquello que trae el mal, suelen acompañarse con trajes cargados de color y abalorios que hacen ruido al moverse o bailar.
Pero la fiesta no solo es baile y máscaras, también tiene comida: Los cocidos, caldos, pucheros, chorizos con papas, son los platos tradicionales, no solo para mantener las energías de las fiestas, también el calor porque estamos en invierno, si a eso le campaña un buen vino de la zona, un buen orujo (aguardiente) y los postres, ni les cuento lo bien que lo van a pasar.
Es una fiesta donde todos deben participar, lugareños y visitantes, y existen reglas que no están escritas, pero, si debes estar al tanto de ellas y cumplirlas si quieres pasar un buen rato. La regla de oro y la más vital es ir disfrazado, no importa si tu disfraz es complejo o sencillo, lo importante es participar y que se note que llevas un disfraz, no puedes quedarte al margen de la fiesta, porque hay lugares en las que, de no ir con disfraz, debes pagar penitencia y esa varía dependiendo de la zona y del grupo que te pille, el pago por no participar, puede ser algo tan inocuo como bañarte de harina, a cosas algo mas subidas de tono, nada grave, ni grotesco, pero si incómodo; Ourense Provincial es donde más estricta la regla de oro y donde más tradición se ha conservado, así que, preparen su disfraz, procuren que sea abrigado (recuerden que es invierno) y dispónganse a reírse, sobre todo, de ustedes mismos.
Atrévanse a visitar Galicia en invierno, les aseguro sin importar lo que se diga, no hay época mala para ver esta tierra, porque incluso con mucho frío y lluvia uno la pasa bien, te ríes, te diviertes, comes como un rey y la hospitalidad de su gente es tan especial, que siempre te sientes en casa y en familia.
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